domingo, 25 de noviembre de 2012

The Big Bang Theory y el arte


Aquí, aunque no lleguemos la nivel de Mr. Friki todos tenemos esas pequeñas obsesiones que no son sanas. Una de mis obsesiones es Big Bang Theory. Hace unos días me entró el gusanillo y me puse a ver capítulos.  Viendo el tercer capítulo consecutivo (menos mal que son cortos) vi, en uno de los flashes de la secuencia introductoria de la serie el David de Miguel Ángel. Mira que había visto esa secuencia de fotos veces, pero nunca me había llamado la atención.

Los recomiendo que miréis el vídeo a ver si veis a nuestro querido David, que no es tan fácil como parece:



Seguro ahora estáis intrigados y queréis saber que otros misterios oculta el vídeo.
Salen bastantes ejemplos de arquitectura como las ruinas incas de Piscac, el castillo de Chicen Itza, las pirámides egipcias, el Notre Dam, el Taj Mahal,  la torre de pisa… ¡Infinidad!


¿Y de arte?
Junto con la escultura del David de Miguel Ángel esta escultura de moisés. Fue una estatua encontrada en la ciudad de Santa María del Monte.


También hay un ejemplo de la obra de Pollock llamado “Eyes in the Heat”



De las últimas escenas aparece una de un quirófano y nada mas verla me ha venido a la cabeza Orlan y sus cirugías.

De todas maneras seguro que se me han pasado algunas que os parecerán interesantes, así que aquí podéis ver un vídeo con la secuencia a cámara lenta.


Pero lo que quería resaltar de estos vídeos es que al final, hay una frame que es una fotografía de los personajes de la serie. En cada temporada la cambian y van incluyendo a los nuevos personajes, pero siempre muestra a los chicos sentados alrededor de Penny cenando. Tras esta secuencia de fotografías que destacan momentos clave de la historia e iconos  artísticos de esta me es inevitable pensar que puede estar inspirada en “La última cena” de Leonardo, pero a una escala más pequeña y cotidiana. Además me parece muy adecuado porque en La última cena se pone en manifiesto la capacidad de Jesús de unir a sus discípulos y Penny es el personaje  que, con su llegada, hace de detonador en la vida de estos hombres y comienza la serie. Ella es el elemento indispensable que hace que toda la historia que viven estos hombres sea como es, que es justo el mismo papel que tiene Jesús con los discípulos.





sábado, 24 de noviembre de 2012

Romanos ironicos


Este verano fui a Roma con mi familia, en un viaje de esos que ni siquiera sabes a donde ir hasta un mes antes. Yo nunca había estado en Roma antes, aunque si en Italia, y la verdad, a parte de calurosa, me pareció una ciudad espectacular, aunque en verano está manchada de un excesivo turismo, afortunadamente, solo en verano. Pero después de estar unos días allí llegué a la conclusión de que sí, es un ciudad bellísima, pero yo no viviría allí, y no me malinterpretéis, pero es que Roma es una ciudad agitada, que nunca descansa. De todos modos os invito a visitarla y si vais, avisadme, que volvería otra vez.

En este viaje íbamos de un lado para otro buscando los monumentos emblemáticos, aunque a veces solo había que seguir a las manadas de turistas. Uno de los edificios más notables de la ciudad (que pudimos visitar, como  muchos otros) fue el Coliseo. Recuerdo que fuimos temprano por la mañana para no encontrarnos con una larga cola, o con el sol (que huíamos de él). Y después de visitarlo (un edificio magnífico, que recomiendo que visitéis) nos encontramos con esto:

Todavía me hace gracia cuando veo esta fotografía y es que alrededor de el Coliseo se dispersaban unos hombres disfrazados de romanos, por si te querías hacer una foto con ellos, una práctica, que no entiendo muy bien por qué es muy habitual en los monumentos de Europa (Lo de ir disfrazado de la época). Hubo un momento en que “pillamos” a los dos romanos hablando, de sus cosas, y parecía por un instante que hubiéramos viajado a la antigua Roma.

Y es que romanos hemos visto a muchos y más en la televisión, en el cine, en el cómic… Quién no se acuerda de los cómics de Astérix y Obelix, con el pequeño pueblo de la Galia, que resistía al poderoso Imperio Romano con su poción mágica que les hacía extremadamente fuertes... Pero os quería hablar de una película en especial, que no va exactamente de romanos, pero si que aparecen. La película se llama “La vida de Brian” (Life of Brian), una película de un grupo de humoristas ingleses de los años 70-80, los Monty Python. Eran un grupo de humoristas que trataban el absurdo y la vida del revés como tema de sus comedias, que para aquellos días de risa floja vienen muy bien (lo digo por experiencia propia). La película está ambientada en la Jerusalén de Jesús en la que se cuenta la historia de un tal Brian que es confundido con el Mesías y le pasan una serie de desgracias hasta que es crucificado. La película en si es una mofa de las películas bíblicas y de la (recientemente estrenada en aquel entonces) película de “Jesucristo Superestar”, pero no esperéis que sea un musical (aunque si cantan la famosa canción de Always look on the bright side of life).

Os dejo dos videos de la película, el primero responde la famosa pregunta de ¿qué hicieron los romanos por nosotros?, una supuesta pregunta retórica hecha por el Frente Judáico, que odia a los romanos a muerte, y la segunda, una de las primeras escenas de la película, un tanto graciosa. Puede que os hagan gracia o no, pero os recomiendo que la veáis, siempre y cuando queráis pasar un buen rato viendo una película.





 
Y es que el absurdo de ver dos romanos en 2012 hablando con tal naturalidad o el de la figura de un hombre que se convierte en Mesías sin querer son ideas que solo pueden caber en este mundo de locos.
Duquesa Cuqui.


 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Un ratito para la lectura


Tengo una amiga que es una devora libros. Es así, libro que tiene en sus manos, noche que pasa sin dormir. Y me da mucha envidia. Siempre me digo que estoy muy ocupada, que si hoy hay entrega, mañana urbanismo y últimamente había dejado muy de lado la lectura.

Supongo que vosotros, mi queridos compañeros de blog también. Por eso os propongo un pequeño compromiso con vosotros: leer al menos 10 minutos al día. Lo que sea, una novela, un cómic, un articulo sobre alguna novedosa técnica de origami… ¡Algo! Se que estaréis pensando: ¿Pero que dice esta loca? ¡Si no tengo ni cinco minutos para mí en todo el día!

Mi amiga la devora libros os da la solución. Ella lleva en el bolso, a todos los lados, un libro detrás. Así en cualquier momento, esperando al metro, esperando a que llegue alguien con quien ha quedado… saca el libro  y se sumerge en una realidad diferente, donde la arquitectura ya no existe y eres libre por un momento.

Yo comencé a poner en práctica esto de leer un poquito todos los días hace una semana. Y puedo decir orgullosa que ¡ya me he acabado el primer libro! Quiero contaros algo sobre él, porque me ha gustado mucho y espero que si alguno sigue mi consejo y se acaba algún libro o lee alguna cosa interesante que lo comparta aquí con todos y así nos culturalizarnos un poquito.

El libro en cuestión es la Sombra del Viento, de Carlos Ruiz Zafón. A mi parecer la literatura de este escritor es un tanto oscura y tenebrosa. Describe todos los personajes exhaustivamente, sin reparar en comparaciones y florituras, pero lo hace de una manera tan natural que ni te das cuenta de todo el rollo que te esta soltando mientras los describe. Además ese tono oscuro complementa muy bien al ambiente de la postguerra de Barcelona, donde se ambienta la obra.

Dejando a un lado la técnica literaria del escritor. La trama es muy interesante. Daniel descubre un libro en el cementerio de los libros olvidados que le cautiva al leerlo. Entonces comienza una exhaustiva búsqueda de obras del mismo autor, Julián Carax, y descubre que todos los ejemplares de este autor han sido quemados. Sin darse cuenta se ve atrapado en la búsqueda del pasado del escritor. No quiero desvelar más, solo digo que engancha y te hace pensar mucho, porque como Daniel estas intentando sacar conclusiones sobre todo lo que descubre.



miércoles, 14 de noviembre de 2012

Nuestro futuro


Ayer Sr. Bocazas y Condesa Desorientada fuimos a ver un documental sobre la  famosa banda Coldplay (tranquilos que podréis hacer una entrada sobre el documental, no os lo voy a robar) y hubo un momento en que sacaban los instantes después del concierto, en que la banda se dirigía rápidamente al hotel para descansar para el siguiente día. En uno de esos momentos un miembro del grupo contaba que estaba en Las Vegas y recibía una llamada de su mujer contándole que su hijo estaba enfermo, en el hospital, y se sintió como si estuviera en el peor sitio del mundo. Esto me hizo reflexionar porque son personas (no solo Colplay, sino cualquier persona que ha conseguido ser lo que quiere ser) que a pesar de tenerlo todo lo que han deseado y más en sus manos, se sienten insatisfechos. No me estoy quejando de ellos, en absoluto, sino lo que quiero decir es que el ser humano siempre ha sido y será un ser insatisfecho. Y con insatisfecho me refiero no a que siempre  quiera más, sino que quiere lo que no tiene. De este modo,  implanté este hecho en mi misma porque me he dado cuenta que nunca consigo lo que quiero. Por ejemplo, la arquitectura tiene, dentro de sí misma, una gran variedad de disciplinas, está la física, el dibujo, el arte, la historia, la creatividad, etc. y puede que a algunos se les de bien una disciplina, todas o ninguna, y a mi alrededor observo que ha todos se les da bien todas las disciplinas y a mí, no. Esto me hace que pensar… ¿habré hecho bien en elegir esta carrera? ¿Debería habérmelo pensado mejor? ¿Debería haberme dedicado a otra cosa?... (Este es un claro ejemplo de insatisfacción humana) y más con lo que está ocurriendo en la sociedad actual, observo que me va a ser imposible llegar a ser alguien delante de este desolador futuro. Sólo vemos en la actualidad que “no hay dinero”, y es que nos enfocan para eso, para sacar dinero e incluso te hacen sentir mal si no lo tienes. Tal vez tendríamos que cambiar nuestra perspectiva y estudiar por placer, y lo hacemos, pero todos sabemos que en esta sociedad de eso no se puede vivir.
Ahora, tras esta reflexión me encuentro en un estado extraño, en el que dudo de lo que hago pero lo hago porque lo tengo que hacer (otro ejemplo de insatisfacción). Una sensación, un estado que sólo puedo ver reflejado de forma pictórica (o visual). Unos cuadro de me conforman esa sensación al observarlos son los cuadros de Yves Tanguy, un autor que vimos en clase: representa parajes desoladores, y personajes, entre mecánicos y humanos, producto de su imaginación. Esa incertidumbre, esa necesidad de que quiera que se pare el tiempo se reflejan en estas pinturas producto del subconsciente. Estas pinturas me relajan, pero a la vez me incomodan porque no sabes ni donde estás, ni quien eres tú, ni que es del mundo en el que creías.





Y supongo que esta angustia desaparece cuando disfrutamos de aquellos placeres de la vida que nos hacen únicos a cada uno: cuando leemos un buen libro, cuando disfrutamos viendo una y otra vez nuestra película favorita, cuando disfrutamos de la buena compañía, cuando estamos con la persona que más queremos en este mundo, o, como por ejemplo ayer, vemos y escuchamos música que amamos. Estas y muchas más son las pequeñas cosas que nos hacen levantarnos cada día, pese a la incertidumbre del futuro. Y esos son los buenos recuerdos que nunca se olvidan, porque, al fin y al cabo, los malos momentos, afortunadamente los acabas olvidando.

Duquesa Cuqui.