viernes, 21 de diciembre de 2012

Arte en casa


Llegando ya al final de los días del blog, quería dedicar una última entrada a una persona muy especial, y no penséis que ahora me vaya a poner melodramática y a poner por las nubes a esta persona… no es que tengamos una relación en la que siempre estemos alabándonos, más que nada porque esta persona es mi hermano y a los hermanos no los alabas en la cara. Pero no os confundáis, yo le aprecio mucho y la verdad es que si no fuera por él tal vez no estaría estudiando arquitectura y estaría estudiando otra cosa bien distinta. Más que nada lo decía porque, bueno, los que tenéis hermanos, que curiosamente mis compañeros del blog tienen uno, me comprenderán que cuando tienes un hermano/a puedes estar discutiendo con él horas o no, pero siempre hay ese sentimiento de aprecio mutuo (tal vez dado por nuestra genética).

En fin, y ¿A qué viene esta dedicatoria? Pues veréis, mi hermano siempre ha sido el pintor de la familia, el que dibuja bien, pero según él no sabe dibujar bien (la típica humildad de dibujante) porque no es que sepa dibujar bien sino que sólo sabe hacer caricaturas, es incapaz de dibujar un paisaje realista, por ejemplo. Sólo sabe dibujar personas con sus defectos y virtudes más característicos, y esta pasión la ha tenido desde bien pequeño. Pero cuando ya entró en la adolescencia pensó en ir un paso más allá sus bocetos de caricaturas y decidió por qué no lanzarse al óleo y al lienzo (tal vez también decidió cambiar de soporte porque estaba harto de colorear sus caricaturas con rotuladores y lápices de papel). Poco a poco acabó creando su propio estilo, basándose en lo que a él más le gustaba y le inspiraba para pintar: por una parte las pinturas del Trencento y Quattrocento italiano, concretamente Giotto y sus fondos paisajísticos medio postizos, por otra parte algunos dibujantes de cómics y de viñetas de humor gráfico y por otra, el cine, concretamente los directores italianos Pasolini y Fellini.

Os quería mostrar este cuadro en concreto

 
El cuadro se llama Et in Arcadia ego (igual que un cuadro de Poussin) la Arcadia era para los antiguos romanos un territorio mítico, una especie de paraíso perdido y eso es precisamente a lo que quería aludir con el título: un espacio mítico, imaginado, idealizado a su manera. El cuadro es una especie de homenaje personal a la Antigüedad. Lo pintó tras realizar un viaje con mi otro hermano y unos amigos por Italia y Grecia. Quedó tan impactado por algunas obras de arte y algunos paisajes, y también por la gente que conoció por el camino, que decidió reproducir todo eso en un cuadro. También le influyó mucho la película Satyricon de Fellini, que vio por aquella época. En esta película se ofrece una imagen psicodélica de la antigua Roma que le dejó muy impresionado.
Ya veis, a veces tenemos arte en nuestra propia casa y ni siquiera nos damos cuenta. Así que estas navidades, que estáis en familia buscad arte en vuestra casa, que seguro que encontráis.
 
FELIZ NAVIDAD A TODOS
Duquesa Cuqui

1 comentario:

  1. Duquesa Cuqui, me ha encantado esta composición de la Arcadia, con la estética de Fellini revoloteando por ella y descrita con el particular estilo de tu hermano. Gracias por compartirlo.

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