Un rinconcito de Italia

Muchos de vosotros os iríais de viaje cuando terminasteis el instituto, pues bien, yo también lo hice. Junto con dos amigas organizamos un viaje de interrail por Italia, estuvimos diez días de mochileras por varias ciudades. Nunca antes había estado en Italia y me pareció un país precioso al cual espero volver pronto. Visitamos Venecia, Florencia, Pisa, La Spezia y Roma. Estas fotos las realicé estando en La Spezia, no se trataba de una ciudad importante, la habíamos incluido en nuestro recorrido por recomendación, y la verdad no nos arrepentimos. Nos vino muy bien para cambiar nuestra rutina de museos y visitas, por senderismo y turismo rural mucho más relajado. Pero además descubrimos que era un pueblecito encantador y tremendamente pintoresco, además en el pueblo estaban de celebraciones por lo que el ambiente era muy festivo. Por la noche había conciertos de pequeñas bandas por las calles y toda la gente del lugar salía para pasear y disfrutar de la fiesta. Al día siguiente realizamos una ruta que consistía en visitar los cinco pueblecitos que forman la Spezia o bien andando o bien en tren. Estas aldeas se encuentran en la montaña pero junto al mar al mismo tiempo, en estos imponentes acantilados. En algunos de ellos había playas en las que te podías bañar y en sus tiendecitas podías comprar bolsitas de especias famosas de esta región. Elegimos realizar la ida andando y la vuelta en tren. Estuvimos tres horas caminando por la montaña pero nos mereció la pena por las increíbles vistas que se ven en las fotografías. La sensación de esa naturaleza tan inmensa frente a los pequeños y coloridos pueblecitos, el fuerte oleaje chocando con las rocas, el rugido del mar, la brisa, el sol, esa luz clara italiana a la que nosotros estamos bastante acostumbrados. El lugar nos transmitió mucha paz y una sensación cálida y hogareña, tal vez debido a volver a encontrarnos a orillas de nuestro mediterráneo.